A veces la vida se levanta como mar tempestuoso
A veces el viento del destino nos lleva por caminos desconocidos
Otras como ahora, se presenta como un lago calmo y sereno
Cuando esto pasa mi mente se rinde sin contienda
Los recueros desaparecen como la brisa tras la calma
Hasta de mí me olvido
No hay preguntas, no hay apuro…
Mi cuerpo por su lado disfruta desintegrándose sin pudor
Mi respiración suspira paz
Y surge esa palabra que brota cuando mi alma se siente en casa
Casi sin ser dicha, casi sin ser oída
Gracias…
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Maravilloso sentirse así y disfrutar de todos y cada uno de sus matices.
ResponderEliminarUn abrazo
He sentido a veces ese viento, dejarse llevar por el es como vagar en alas de la serenidad.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida tiene esos extremos, tanto disfrutables como desagradables.
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