Laberintos de piedra, monumentos olvidados del futuro
Luces que parecen del pasado
Seres fantasmales que pasan sin mirar
Sonidos confusos de una rutina ya muerta
Al pie de una gran pared un hombre espera sentado en el piso
Su mirada se pierde en las baldosas sucias de la rutina de otros
Su mano espera, su palma sucia y gastada mira el cielo
Con suerte una moneda caerá en la trampa
En la esquina un policía vigila esperando el delito que lo justifique
Un carterista pasa a su lado con una mueca soberbia
Del otro lado de la calle en un banco de plaza un joven espera
Ella no vendrá
El viendo dejo de soplar hace tiempo
El sol somete el asfalto calentando el hastío
Una moto zigzaguea entre los autos
Tras perder el control resbala por el pavimento
El ruido de una frenada corta la tarde como un cuchillo una tela
El hombre que espera en la vereda levanta su mirada
Y ve un joven deslizarse en la acera
El joven con el casco en el codo impacta con fuerza contra un vehículo
Su cuerpo se desploma al pie del asombro
El policía lo mira y pone instintivamente su mano sobre su arma
Luego avanza hacia el centro de la escena
El carterista se detiene y observa fijamente
Ve surgir un manantial silencioso de sangre
Su mirada se pierde en el carmín de la vida que se escapa
El joven sentado en el banco se estremece
Se toma la cabeza y se pone de pie
La vida se hace más lenta
Los autos pasan y casi se detienen, solo para mirar
La gente rodea la escena mirando con avidez
Miran al joven que mira el sol con ojos perdidos
Miran la sangre tan roja, tan brillante
La muerte golpea en vano sus débiles vidas
La vida busca en vano una reacción en la muerte
La sirena de una ambulancia cicatriza la herida que abrió la frenada
Se lleva los restos, limpia los rastros, no paso nada
El policía vuelve a la esquina con satisfacción
El hombre que espera vuelve a su letargo
El joven se va, ella no vino
Solo el carterista quedo mirando el asfalto
Saca de su bolsillo una moneda y la arroja al aire
La recibe en su palma y la observa
Frunce el seño y mira el cielo
Se acerca al hombre y deja la moneda en su mano
Cruza la calle y se aleja con una mueca irónica
Tal vez la vida hoy haya tenido suerte
Y la muerte no haya venido en vano…
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