No hay nada que cueste más, nada que desperdicie más nuestra
energía vital que no ser uno mismo.
Y este grave problema del cual podríamos escribir mucho se
soluciona con un antiguo mantra, simple pero muy eficaz, que funciona casi instantáneamente.
Como todo mantra tiene su tono de voz adecuado, este tiene
que ser firme en tono medio, de repetirlo el tono deberá ir en ascenso.
Cada vez que alguien intente delegarnos lo que sea que no
nos corresponde simplemente hay que relajarse y pronunciar el gran mantra: “NO”,
tantas veces como sea necesario.
Y problema resuelto.
Y de esta manera con un mantra simple nos liberamos de un
gran karma.